El líder del ultraderechista Partido de la Libertad (FPO), Heinz Christian Strache ha confirmado este sábado que no pedirá un referéndum para que Austria abandone la Unión Europea, en sus primeras declaraciones tras conocerse la formación del nuevo Gobierno donde actuará como socio minoritario del Partido Popular (OVP).

El FPO ha puesto el foco en la necesidad de depositar más poder y competencias en los Gobiernos nacionales. "Contribuiremos como un socio activo y fiable para el futuro desarrollo de la Unión Europea, teniendo en cuenta que el principio de subsidiariedad debería ser el centro de atención", ha asegurado Strache.

El OVP ganó las elecciones generales del pasado 15 de octubre apostando por un discurso antiinmigración que encajaba a la perfección con el FPO, que quedó tercero con un 26 por ciento de los votos.

El acuerdo entre el OVP y el FPO convertirá a Austria en el único país de Europa con la extrema derecha en el gobierno. La lucha contra la inmigración ilegal será una de las "prioridades" del nuevo ejecutivo.

En su programa se refleja un acuerdo de asociación con el partido del presidente ruso, Vladimir Putin, con el objetivo de "relajar" las relaciones entre Rusia y Occidente.Seis carteras para los ultranacionalistas

El partido ultranacionalista FPÖ ocupará seis de las 14 carteras del nuevo Gobierno austríaco, entre ellos los ministerios de Exteriores, Defensa e Interior.

El nuevo ministro del Interior, Herbert Kickl, es actualmente secretario general del FPÖ, principal estratega y jefe de campañas electorales en su partido. En esa función ha sido autor de varios de numerosos eslóganes xenófobos e islamófobos usados en el pasado por su partido.

Kickl, de 49 años de edad, se ha mostrado en el pasado partidario de restringir el derecho de manifestación, con el argumento de evitar situaciones violentas, especialmente en referencia a protestas de grupos de izquierda o de minorías extranjeras. El futuro responsable de Interior comenzó su carrera como hombre cercano a Jörg Haider, el fallecido líder del FPÖ que llevó al partido a su primera coalición con el ÖVP en 2000.

Por su parte, Karin Kneissl, de 52 años de edad, será la nueva ministra de Exteriores de Austria. Aunque no milita en el FPÖ, en los últimos tiempos se ha ido acercando a la formación, con la que comparte, por ejemplo, muchos de sus principios de rechazo a la llegada de refugiados.