Los 57 países de la Organización para la Cooperación Islámica (OCI) acordaron ayer, en una reunión en Estambul, reconocer a Jerusalén Este como capital del Estado palestino e invitaron al resto de naciones del mundo a hacer lo mismo, en respuesta a la decisión de EE UU de reconocer a la ciudad como capital de Israel. La OCI incluye desde su fundación en 1969 a Palestina como miembro pleno.

Los países musulmanes califican el anuncio de Washington de nulo y carente de legalidad y lo consideran un ataque a los derechos del pueblo palestino y un "deliberado deterioro de todos los esfuerzos de paz". Además, el texto alerta de que dará ímpetu a los movimientos extremistas y supone una amenaza a la paz y la seguridad internacional.

Durante la reunión, el presidente de la Autoridad Palestina (ANP), Mahmud Abás, anunció que su Ejecutivo considera que ya no están en vigor los Acuerdos de Oslo (1993), que abrieron el paso, entre otras cuestiones, a la creación de la ANP. Tampoco admitirá Abás en adelante, como réplica al reconocimiento de Jerusalén como capital, cualquier otro acuerdo firmado desde entonces. Para la ANP, que amenaza con devolver a Israel parte de sus funciones, EE UU ha perdido su papel de mediador en el conflicto.