La primera ministra británica, Theresa May, no quiso ayer concretar la factura final del "Brexit", que dijo será parte del "acuerdo final" sobre la futura relación con el Reino Unido tras 2019.
May eludió dar una cifra concreta al término de la reunión centrada en la salida de Reino Unido de la Unión Europea, en la que los líderes no aprobaron pasar a la segunda etapa de la negociación, consagrada a fijar la futura relación, pero sí dieron luz verde para iniciar los trabajos preparatorios entre los Ventisiete de cara a entrar en esta segunda fase "tan pronto como sea posible".
Asimismo, la primera ministra dijo que sobre el desembolso final de Reino Unido "habrá que ver pago por pago", aunque en cualquier caso Londres "hará frente a sus compromisos ya adquiridos".
La británica se mostró "optimista" sobre el futuro de Reino Unido como socio de una "asociación especial" de la UE tras su salida del bloque. "Buscamos una asociación para un futuro ambicioso para Reino Unido", señaló May.
Mientras que para la UE era prioritario cerrar una primera fase de negociaciones con Londres en la que queden claros los derechos que tendrán los ciudadanos tras el "Brexit", así como la frontera de Irlanda del Norte y la factura del divorcio, para Reino Unido es fundamental de cara a su electorado cerrar cuál será la futura relación -sobre todo comercial- con la UE.
Convergencia
Los líderes de la UE reconocen que se han hecho "progresos" hasta ahora pero piden "seguir trabajando para consolidar la convergencia conseguida" para poder pasar a la segunda fase "tan pronto como sea posible".
La canciller alemana, Angela Merkel, se mostró confiada en que se pueda iniciar en diciembre la segunda fase de las conversaciones del "Brexit", aunque matizó que dependerá "en gran medida" de avances en las ofertas de Londres y en concreto en un acuerdo sobre la "factura" de salida.
Los Veintisiete insisten en que Reino Unido ha afirmado que "honrará sus obligaciones financieras", pero que "esto no se ha traducido en un compromiso firme y concreto".