Los talibanes infligieron ayer decenas de bajas a las fuerzas afganas con un nuevo ataque coordinado a una base militar, el tercero en lo que va de semana como parte de su plan de respuesta a la nueva estrategia de EE UU. Al igual que ocurrió el martes, cuando los talibanes causaron más de 70 muertos en dos cuarteles policiales, ayer volvieron a emplear la táctica de abrir paso con un coche bomba para enzarzarse luego en un tiroteo.