El ministro de Exteriores del Reino Unido, Boris Johnson, aseguró ayer que ya es hora de que Londres y Bruselas "tengan conversaciones serias" sobre el "Brexit". La UE lleva semanas quejándose de que el diálogo entre las partes se encuentra en punto muerto y la pasada semana lanzó una seria advertencia al Gobierno británico: "La negociación no es un juego".

Tras cinco rondas que no han conseguido resolver las cuestiones clave -factura británica, estatuto de los comunitarios y frontera interirlandesa- la primera ministra británica, Theresa May, y el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, cenaron anoche para tratar de salir del punto muerto. Oficialmente, Londres insiste en que todo está hablado sobre esas tres cuestiones y que ya ha llegado el momento de pasar a debatir la futura relación bilateral.

Sin embargo, en las previsiones de la UE no figura hacer una evaluación del diálogo hasta el Consejo Europeo de diciembre, aunque a Reino Unido le gustaría que lo hiciera en el de esta semana. El objetivo de May en la cena de anoche, a la que cada parte acudió acompañada de los respectivos negociadores jefe, es presionar a la Unión Europea, para que se empiece a explorar ya la relación.