La antigua líder del partido ultraderechista alemán Alternativa para Alemania (AfD), Frauke Petry, consumó ayer la ruptura de la formación al presentar su propio partido, bautizado como Azul. Petry ya sorprendió tras las elecciones del pasado 24 de septiembre al anunciar que no se integraría en el grupo parlamentario de los ultras.

En esos comicios, la AfD, tercer partido más votado (12,6%), logró entrar en la cámara baja del Parlamento (Bundestag), que desde su apertura en 1949, no había contado nunca con representación de heredero alguno del régimen nazi.

Según sus declaraciones, con su nueva formación Petry, que se desmarca de la línea islamófoba que ha llevado a la AfD al éxito, pretende atraer a los votantes conservadores y al ala en apariencia más moderada de la extrema derecha germana. En cualquier caso, según el documento fundacional publicado por Azul, se trata de una clásica formación populista antisistema.