El presidente de Bolivia, Evo Morales, afirmó hoy que su país sería "totalmente diferente" si el guerrillero argentino cubano Ernesto Che Guevara no hubiera muerto ejecutado por el Ejército boliviano el 9 de octubre de 1967.

Morales, con un sombrero y una camiseta con la imagen del Che, hizo estas declaraciones a medios de comunicación estatales mientras caminaba dos kilómetros con una caravana en la zona del Abra del Batán (sureste), donde hace medio siglo Guevara y sus guerrilleros se enfrentaron al Ejército.

"Sin embargo, esa lucha sigue y seguirá, mientras exista el capitalismo y el imperialismo", sostuvo el mandatario mientras era informado sobre qué guerrilleros murieron en ese lugar en 1967.

Morales decidió caminar por esa zona para estar con los seguidores guevaristas que, como cada año en esta fecha, se trasladan hasta ese lugar, a unos 800 kilómetros al sureste de La Paz, para ratificar su admiración por el rebelde comunista.

El gobernante reiteró su propuesta de un internacionalismo para la unión de los pueblos y la lucha contra el "intervencionismo norteamericano" y reflexionó que hace medio siglo se hacían revoluciones con las armas, pero ahora es "con la conciencia y el voto".

"Por eso nuestro proceso, nuestra revolución democrática es conocida y reconocida en todo el mundo", dijo Morales en referencia al "proceso de cambio" que encabeza en su país desde el 2006.

En su cuenta de Twitter, el mandatario insistió ayer en que el exagente de la CIA estadounidense Félix Rodríguez "torturó al Che y dio orden de asesinato" al sargento boliviano Mario Terán. Según los historiadores bolivianos, fue el presidente de Bolivia René Barrientos y su alto mando militar quienes decidieron la muerte del guerrillero una vez capturado un día como ayer hace 50 años.