La canciller alemana, Angela Merkel, vencedora en minoría de las legislativas alemanas del domingo se dio ayer de plazo hasta las navidades para formar una difícil coalición de Gobierno con los liberales del FPD y Los Verdes que le permita encarar su cuarto mandato. Esta coalición, un gobierno en minoría que carece de precedentes en Alemania o la repetición de elecciones son las tres únicas opciones que deja a Merkel la decisión de los vapuleados socialdemócratas (SPD) de pasar a la oposición y no reeditar la saliente "gran coalición".

Los resultados provisionales de los comicios arrojan una victoria de la CDU de Merkel -y de sus aliados bávaros de la CSU-, con el 33% de los votos, un 8,6% menos que en las elecciones de 2013 y su segundo peor resultado desde su fundación en 1949. La alianza CDU / CSU ha visto como 1,3 millones de sus votantes se han ido a los liberales y otro millón más ha engrosado los apoyos a los ultraderechistas del AfD, sobre todo en los "landers" excomunistas del Este del país.

Oleada de refugiados

La oleada de refugiados ha sido, más que la situación económica, buena en líneas generales, la causante de la debacle de una Merkel que hace dos años y medio tenía muy elevados porcentajes de popularidad.

En segundo lugar, con el peor resultado de su historia, se situaron los socialdemócratas (20,6%), que en las elecciones de 2013 habían conseguido un ya pobre 25,7%. Su cabeza de lista, Martin Schulz, anunció que el mandato recibido es el de ejercer "una oposición fuerte". No obstante, Merkel, en su primera alocución tras los comicios, llamó ayer al SPD a reconsiderar su posición, a la vez que asumía su "responsabilidad personal" por la polarización política en la que se encuentra sumida Alemania, sin duda la mayor desde la II Guerra Mundial, como pone de manifiesto la presencia de seis partidos en el Bundestag (siete contando a los socios bávaros de la CDU). Merkel advirtió, en todo caso, que no girará a la derecha para recuperar electorado.

Terceros han sido los ultraderechistas de la AfD (12,6%), que tendrán una nutrida bancada de 94 de los 690 diputados, aunque sobre ellos pesa el riesgo de fractura desencadenado por la renuncia de su copresidenta, Frauke Petry, a integrarse en el grupo parlamentario. Liberales (10,7%), La Izquierda (9,2%) y Los Verdes (8,9%) completarán el hemiciclo.

Descartado cualquier entendimiento de Merkel tanto con la AfD como con La Izquierda, liberales y verdes se mostraron ayer dispuestos a intentar el difícil pacto de Gobierno, la coalición llamada "Jamaica", por coincidir los colores de los tres partidos con los de la bandera de ese país.

Los líderes liberal, Christian Lindner, y verde, Cem Özdemir, destacaron los abismos entre sus programas. Austeridad, mayor integración europea, política energética y rearme son los principales puntos de conflicto. Por no hablar de la tirria que los derechistas bávaros profesan a Los Verdes. Una complicada madeja en cuyos nudos se alojan numerosas incógnitas.