México volvió a estremecerse como hace 32 años. Dos horas después de un simulacro que conmemoraba en la capital del país azteca el terremoto que en 1985 causó en la zona más de 10.000 muertos, un nuevo seísmo de magnitud 7,1 desataba ayer el pánico en varias zonas del centro y sur del país, donde sus devastadores efectos dejaban ya al cierre de esta edición 105 víctimas mortales, según un balance provisional divulgado por las autoridades locales.

El temblor se registró a las 13.14 horas (20.14, hora española) y el Servicio Sismológico Nacional (SSM) situó su epicentro a 12 kilómetros de la localidad de Axochiapan, en el estado de Morelos, aparentemente el más afectado. Ciudad de México, la capital, se encuentra a 120 kilómetros.

El terremoto se desencadenó poco más de una semana después de otro de magnitud 8,2 en la escala de Richter que dejó más de un centenar de muertos en los estados de Oaxaca, Chiapas y Tabasco y exactamente 32 años después de la sacudida de la tierra más mortífera que se recuerda en el país.

El presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, convocó el Comité Nacional de Emergencias "para evaluar la situación y coordinar acciones". Confirmó en una entrevista a Televisa el despliegue de unos 3.000 militares en la capital, donde se vinieron abajo al menos 27 edificios, donde se espera que haya un gran número de personas atrapadas.

Algunas de las principales infraestructuras de transporte también resultaron afectadas. La autopista que conecta México con Acapulco quedó inutilizada en uno de sus tramos y el aeropuerto de la capital suspendió las operaciones para revisar las pistas. Ciudad de México quedó sumida en un caos circulatorio. Además, se estima que 3,8 millones de clientes se quedaron sin suministro eléctrico.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump: "Dios bendiga al pueblo de Ciudad de México. Estamos con vosotros".

El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, trasladó su apoyo y su solidaridad a México y dijo en Twitter seguir "con atención" la información sobre lo ocurrido.

La Casa Real quiso mostrar también su solidaridad. "España con México. Toda nuestra solidaridad con víctimas y afectados por el nuevo y trágico terremoto. Todo nuestro apoyo a sus autoridades", subrayó en un tuit.