Hamás anunció ayer el comienzo de un nuevo proceso de reconciliación con el partido Al Fatah del presidente palestino, Mahmud Abás, en el curso del cual el movimiento islamista dice estar dispuesto a renunciar al gobierno de facto que ejerce en la Franja de Gaza desde que, en 2007, la tomó por la fuerza.

El anuncio, hecho en Egipto, es fruto de la presión que ejerce este país para forzar un entendimiento entre las dos principales fuerzas palestinas; pero el movimiento de los islamistas era visto ayer con enorme cautela, no ya por los israelíes, sino por los dirigentes leales a Abás, dado que procesos similares han acabado en un rotundo fracaso en los últimos diez años.

En un comunicado, Hamás se compromete a disolver el comité administrativo (gobierno) formado en marzo de 2016, decisión en la que Abás vio poco menos que una traición y que le condujo a tomar duras medidas económicas contra la franja.

La nota de los islamistas dice textualmente: "Hamás disuelve el Comité Administrativo e invita al Gobierno de consenso del primer ministro, Rami Hamdala, a venir a la Franja de Gaza de inmediato para llevar a cabo su misión y su deber". Además, acepta convocar elecciones generales, presidenciales y legislativas, en los territorios palestinos, es decir, en Cisjordania, Gaza y Jerusalén Este. Las últimas elecciones presidenciales fueron en 2005 y las últimas legislativas, en 2006, informa la agencia "Efe".

El anuncio de Hamás parece el primer fruto de las conversaciones apadrinadas por Egipto para materializar la reconciliación entre las partes y que se desarrollan en El Cairo desde hace una semana. El diálogo empezó entre una delegación de Hamás y altos cargos de la inteligencia egipcia, pero hace dos días se les sumó una representación de Al Fatah.

El punto de partida es el acuerdo de reconciliación que Abás y Hamás alcanzaron en 2011 en El Cairo. En esa fecha, el presidente palestino y el exjefe de Hamás Jaled Meshal acordaron la formación de un gobierno de unidad con el objetivo de preparar unas elecciones generales en los siguientes seis meses. Sin embargo la tentativa fracasó por las diferencias entre las partes sobre quién debía asumir el control de la seguridad en la franja.

Tres años después, Hamás y Al Fatah volvieron a sentarse a la mesa de negociación y sellaron un nuevo acuerdo, favorecido por el actual líder del movimiento islamista en Gaza, Ismail Haniye. Esta vez el pacto permitió formar un gobierno de consenso de perfil tecnocrático y liderado por Hamdala. Sin embargo, la ofensiva militar desatada por Israel en la franja, en julio, dio al traste con lo logrado: el desastre causado en viviendas e infraestructuras volvió a separar a las facciones y Hamás terminó creando su comité administrativo.