Estados Unidos y Corea del Sur concluyeron ayer sus maniobras militares anuales conocidas como Ulchi Freedom Guardian, que en esta ocasión se produjeron en un ambiente de recrudecida tensión tras la escalada verbal con el presidente estadounidense, Donald Trump, y el lanzamiento de un misil norcoreano que sobrevoló la isla japonesa de Hokkaido.

El ministro de Asuntos Exteriores chino, Wang Yi, admitió por su parte que este último lanzamiento de Corea del Norte "violó las resoluciones de Naciones Unidas y los tratados de no proliferación" nuclear.

"Respuesta necesaria"

Por tanto, como miembro permanente del Consejo de Seguridad, Wang aseguró que China dará la "respuesta necesaria" a un hipotético lanzamiento que será contestado por la comunidad internacional.