La grave crisis de violencia que afronta el estado brasileño de Río de Janeiro se agravó ayer con el asesinato del policía número 100 en lo que va de año, en plena "guerra" contra las bandas de narcotraficantes en la región.

Se trata del sargento Fábio José Cavalcante e Sá, de la Policía Militarizada, quien fue tiroteado por la mañana por un grupo armado en una tentativa de asalto, de acuerdo con las investigaciones en curso. Desde que comenzó 2017, organizaciones civiles han contabilizado alrededor de 3.000 muertes violentas en todo el estado de Río, con un aumento de más del 15% respecto al mismo periodo del año pasado.

La noticia se ha convertido este año en algo habitual para el estado de Río, que alberga en su territorio a 16,6 millones de personas, de las cuales una amplia mayoría vive en la turística capital y su región metropolitana, donde están los principales focos de violencia y donde patrullan las Fuerzas Armadas.