La reacción de la comunidad internacional frente a la detención de los líderes opositores Leopoldo López y Antonio Ledezma no se hizo esperar. El alto comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Ra'ad Al Hussein, pidió ayer la "liberación inmediata" de todos los detenidos en Venezuela por ejercer sus libertades fundamentales, y recordó en un comunicado que el Grupo de Trabajo de las Naciones Unidas sobre la Detención Arbitraria considera que las detenciones de López y Ledezma son arbitrarias.

Como respuesta, el Gobierno estadounidense sancionó el lunes directamente al presidente Maduro, al que calificó de dictador. Estas sanciones consisten en la congelación de los activos que pueda tener bajo jurisdicción estadounidense y la prohibición de toda transacción financiera en el país.

Las Fuerzas Armadas venezolanas, por su parte, ratificaron su "incondicional apoyo" y "lealtad" al mandatario chavista ante las sanciones impuestas por parte de EE.UU.

El ministro de Exteriores del Reino Unido, Boris Johnson, acusó a Maduro de actuar como un "dictador de un régimen maligno", tras el encarcelamiento de los líderes opositores Ledezma y López.

El secretario general de la ONU, António Guterres, instó "a todos los venezolanos, especialmente a aquellos que representan a los poderes del Estado, a hacer todos los esfuerzos posibles para reducir las tensiones, impedir más violencia y muertes y para encontrar vías para el diálogo político".