Corea del Norte realizó ayer una nueva prueba armamentística con el lanzamiento de otro misil intercontinental, tal y como confirmó el Departamento de Defensa de Estados Unidos.

"El Departamento de Defensa detectó y siguió la pista al lanzamiento de un misil de Corea del Norte hacia las 10.41 hora de Washington (14.41 GMT). Consideramos que fue un misil intercontinental (ICBM), como se esperaba", declaró el portavoz del Pentágono, Jeff Davis.

Se trata del segundo lanzamiento de estas características por parte de Pyongyang desde el proyectil lanzado con éxito el pasado 4 de julio.

Según Washington, este misil, teóricamente capaz de alcanzar Estados Unidos, recorrió unos 1.000 kilómetros hasta caer en el Mar de Japón. El Gobierno nipón declaró que el proyectil impactó en aguas de su zona económica exclusiva (ZEE), al oeste de la isla de Hokkaido, sin causar daños.

Este nuevo desafío de Pyongyang se produjo un día después de que el Congreso de EE UU diera luz verde a un nuevo paquete de sanciones contra Corea del Norte, Irán y Rusia, que aún está pendiente de la firma del presidente, Donald Trump.

El ensayo armamentístico norcoreano también fue detectado por Corea del Sur, lo que llevó al Gobierno del presidente Moon Jae-in a convocar una reunión de emergencia y solicitar a Washington el despliegue de nuevas unidades de defensa antimisiles en el país. Ambos gobiernos han comenzado a discutir posibles respuestas de ámbito militar.

Aunque el Pentágono declaró que el proyectil "no supuso una amenaza para Norteamérica", Davis reiteró el compromiso de Washington con la defensa de sus aliados "incluidos Corea del Sur y Japón" ante estas amenazas, y aseguró que EE UU está preparada para responder ante "cualquier ataque o provocación".