La Comisión Europea (CE) dio ayer a Polonia un mes para rectificar las reformas de su sistema judicial y cambiar las leyes que, a juicio de Bruselas, ponen en riesgo el Estado de derecho en el país.

La Comisión afirmó que el veto del presidente polaco, Andrzej Duda, a dos de las polémicas leyes no resuelve todas las preocupaciones expresadas por Bruselas, y reiteró su disposición a activar el artículo 7 del Tratado de Lisboa como sanción si no se abordan estas cuestiones.

Por su parte, el Gobierno polaco calificó de "chantaje" el anuncio de la CE. El portavoz del Ejecutivo, Rafal Bochenek, acusó al vicepresidente de la CE, Frans Timmermans, de formular "críticas injustas a Polonia sin saber nada sobre nuestros proyectos de leyes y reglamentos" y aseguró que todas las leyes aprobadas "respetan los valores democráticos" y "no reducen la independencia de los jueces y los tribunales".