El presidente estadounidense, Donald Trump, encendió ayer de nuevo todas las alarmas al atribuirse "poder absoluto para perdonar" delitos a miembros de su familia o de su entorno en relación con la llamada "trama rusa". En una nueva tanda de tuits a primera de la mañana, Trump hizo pensar a los estadounidenses que, llegado el caso, podría incluso, exonerarse a sí mismo.

"Aunque todos están de acuerdo en que el presidente de EE UU tiene el poder absoluto de perdonar, para qué pensar en eso cuando de momento el único crimen son las filtraciones contra nosotros. Noticias falsas", empezó Trump, haciéndose eco de una información de "The Washington Post", publicada el jueves, según la cual el magnate ha pedido al equipo jurídico que le asesora en el "Rusiagate" un informe para determinar si el alcance de sus poderes le permitiría indultar a sus asesores, a sus familiares e, incluso, a sí mismo.

Los presidentes norteamericanos tienen la potestad de indultar a otras personas por delitos federales, pero hasta ahora a nadie se le había ocurrido preguntarse si pueden perdonarse a sí mismos. Sin embargo, con Trump en la Casa Blanca, esa pregunta ya no está fuera de lugar. Y el hecho de que en su tuit emplee la palabra "absoluto" da a entender que él no ve demasiados límites al alcance de sus poderes.

La Constitución estadounidense no prohíbe explícitamente esa posibilidad, aunque sí indica que el presidente no puede utilizar el perdón para detener un juicio político en el Congreso, un proceso, conocido como "impeachment" que puede llevar a la destitución de los mandatarios.

En su tanda de tuits matinales, el multimillonario respondió a otra información del "Post" según la cual el fiscal general del Estado (ministro de Justicia), Jeff Sessions, habló en dos ocasiones con el embajador ruso en Washington, Sergei Kislyak, sobre la campaña y las políticas que Trump podría desarrollar si ganara las elecciones. Fue en julio y en septiembre, antes de que el magnate venciera a Hillary Clinton en las presidenciales del 8 de noviembre.

Sessions se entrevistó al menos dos veces con Kislyak durante la campaña, mientras era senador y asesor de Trump, pero hasta ahora siempre ha asegurado que estos encuentros fueron en calidad de legislador.