Venezuela vivirá hoy una jornada de extrema tensión al coincidir en las calles dos iniciativas de signo contrario. Por un lado, el plebiscito convocado por el Parlamento, controlado por los opositores, para que los ciudadanos se pronuncien sobre la Asamblea Constituyente impulsada por el presidente Maduro.

La cita con las urnas carece del respaldo de la autoridad electoral, afín al chavismo, pero está respaldada por varias universidades y contará con la presencia de relevantes observadores extranjeros, como el expresidente mexicano Vicente Fox.

El gobierno chavista ha contraprogramado la consulta con un ensayo general de las elecciones a la Constituyente, previstas para el próximo día 30.