El rey Felipe VI, igual que Juan Carlos I. Tal como hiciera su padre hace 31 años, y ante el mismo auditorio, una sesión conjunta del Parlamento británico, el Rey reclamó ayer "diálogo y esfuerzo" a los gobiernos de Madrid y Londres para resolver el contencioso de Gibraltar. "Diálogo y esfuerzo" que permitan aplicar "fórmulas satisfactorias para todos los implicados".

El Rey no fue más allá; no se refirió al Peñón como la última colonia en territorio de la UE, tal como que hizo ante la ONU en 2016; sin embargo, dejó claro el deseo de España de resolver la cuestión gibraltareña; máxime ahora, cuando el Reino Unido ya negocia su salida de la Unión, y Bruselas ha puesto en manos de Madrid la posibilidad de vetar la aplicación en Gibraltar del futuro acuerdo comercial que Londres ambiciona tener con el bloque cuando ya no pertenezca a él.

El grueso del discurso del Rey ante las dos cámaras del Parlamento británico, reunidas para la ocasión en la Royal Gallery del Palacio de Westminster, estuvo dedicado a repasar las estrechas relaciones entre los dos países y entre las dos monarquías; una historia "rica y fructífera" que ha registrado "alejamientos y disputas" que la labor de los dos gobiernos y los ciudadanos ha logrado dejar "en el pasado".

Salvo por el caso de Gibraltar, porque fue en este punto donde hizo votos por la resolución del diferendo del Peñón: "Estoy convencido de que esta determinación para resolver nuestras diferencias será aún mayor en el caso de Gibraltar, y confío en que a través del diálogo y el esfuerzo necesarios nuestros dos gobiernos serán capaces de trabajar por fórmulas que sean satisfactorias para todos los implicados".

En un discurso de unos veinte minutos que pronunció casi enteramente en inglés, Felipe VI también se refirió al "Brexit". Del que dijo que le "entristece", por más que el pueblo británico, reconoció, haya decidido salir de la UE de acuerdo con su soberanía y su legalidad vigente, dos elementos que comparten los dos países.

No obstante, lo crucial ahora es tener en cuenta a los miles de británicos que viven en España y a los miles de españoles que lo hacen en el Reino Unido, que tienen "una expectativa legítima de condiciones de vida estables y decentes". "Por lo tanto, insto a los dos Gobiernos a seguir trabajando para asegurar que el acuerdo de retirada del Reino Unido ofrece suficiente seguridad y certidumbre", reclamó.

En su discurso, el Rey tuvo palabras de recuerdo para el español Ignacio Echeverría, fallecido en el atentado del 3 de junio, y proclamó: "Somos vuestros leales amigos y aliados",

Cena de gala

Por otra parte, el Rey Felipe VI proclamó, ante más de 150 invitados en un banquete de Estado en el Palacio de Buckingham, que "la profundidad" de los vínculos entre España y Reino Unido y la "solidez" de la amistad entre los dos países "ayudarán" a que los respectivos Gobiernos puedan abordar "cualquier cuestión en la que persistan discrepancias, con la mejor voluntad y el más alto espíritu de colaboración". Así lo afirmó durante su discurso en la cena de gala, en la que no hizo mención expresa al contencioso de Gibraltar.

Felipe VI tomó la palabra después de que lo hiciera Isabel II, que también hizo una alusión velada a los escasos motivos de discrepancia entre los dos países: "Con una historia compartida tan destacada, es inevitable que haya asuntos en los que no siempre estamos de acuerdo. Pero la fortaleza de nuestra amistad ha cultivado un espíritu resistente de cooperación y buena voluntad".

Isabel II hizo un brindis a la salud de los Reyes de España, y don Felipe lo hizo por su anfitriona y el Duque de Edimburgo. En la sala de baile donde secelebró la cena se escucharon los himnos de los dos países, en uno de los actos más simbólicos de la visita de Estado que reunió a dos de las monarquías más antiguas de Europa y, además, a la Reina más veterana del continente y al más joven.