Corea del Norte volvió ayer al primer plano de las preocupaciones geopolíticas tras el exitoso lanzamiento de un misil que, según Pyongyang, tenía un alcance intercontinental, pudiendo alcanzar Alaska. Para EE UU y Rusia el ensayo -decimotercero de Corea del Norte en los últimos seis meses- corresponde tan solo a un misil de alcance medio.

En cualquier caso, el lanzamiento, coincidente con la fiesta nacional estadounidense del 4 de julio, centró también la reunión entre los máximos responsables de Rusia y China, que, desde Moscú, pidieron al régimen norcoreano una moratoria en sus ensayos nucleares y de misiles, a la vez que instaron a EE UU y a sus aliados surcoreanos a poner fin a sus maniobras militares conjuntas a gran escala en la zona.

Rusia, que comparte unos 20 kilómetros de frontera con Corea del Norte, y China, único aliado del líder comunista, Kim Jong-un, están presentes en las negociaciones a seis bandas, que incluyen a Corea del Norte, Corea del Sur, EE UU y Japón, y que llevan estancadas desde 2008.

El presidente ruso, Vladímir Putin, y su homólogo chino, Xi Jinping, tacharon de "inadmisible" el anuncio de Pyongyang del lanzamiento de su primer misil intercontinental. Bautizado como "Hwasong-14", habría alcanzado una altura de 2.802 kilómetros y habría recorrido 933 kilómetros, antes de hundirse en el mar del Japón. Se considera que un misil intercontinental debe estar en condiciones de desplazarse al menos 5.500 kilómetros.

Putin y Xi, que repartieron sus reconvenciones a una y otra parte, insistieron en que el despliegue del escudo antimisiles norteamericano (THAAD) en el sureste de Asia "representa un grave perjuicio para los intereses de seguridad estratégica de los países de la región, incluidos Rusia y China".

Según el análisis de Moscú y Pekín, que coincide con el de no pocos observadores independientes, "la escalada de la tensión político-militar en esta región está condenada a provocar un conflicto militar, a menos que la comunidad internacional adopte medidas colectivas para el arreglo pacífico del conflicto a través del diálogo".

La respuesta del presidente de EE UU al lanzamiento norcoreano llegó a través de uno de sus habituales tuits: "Corea del Norte acaba de lanzar otro misil. ¿Este tío no tiene nada mejor que hacer con su vida? Es difícil pensar que Corea del Sur y Japón aguanten esto mucho más tiempo". Trump añadió que "quizás" haya llegado el momento de que China "haga un esfuerzo mayor" para presionar a Pyongyang y "poner fin a este sinsentido de una vez por todas".

En paralelo con la escalada de tensión en torno a Corea del Norte, tanto el Kremlin como la Casa Blanca anunciaron ayer que Putin y Trump mantendrán una reunión bilateral este viernes en Hamburgo con motivo de la cumbre del G-20. Moscú expresó su esperanza de que el encuentro arroje luz sobre las perspectivas de las relaciones entre ambas potencias, muy enturbiadas por la llamada "trama rusa" de supuesta injerencia en las elecciones presidenciales de EE UU.