El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, estalló ayer en el Parlamento Europeo (PE) al encontrarse con que solo una treintena de los 751 eurodiputados estaban presentes en un pleno en el que el primer ministro de Malta, Joseph Muscat, hizo balance de su presidencia semestral.

"El Parlamento Europeo es ridículo, muy ridículo. Que haya solo una treintena de diputados en la sala demuestra que la Eurocámara no es seria", dijo Juncker. "Si en vez del señor Muscat estuvieran aquí la canciller alemana o el presidente francés, tendríamos un hemiciclo lleno", añadió.

El presidente del PE, Antonio Tajani, afeó a Juncker sus críticas y le recordó que es "la Eurocámara la que controla a la Comisión y no al revés". Las palabras de Tajani no acallaron a Juncker, quien aseguró que no volvería a acudir a una cita de este tipo, y enfatizó que la "Eurocámara debe respetar más las presidencias (semestrales de la UE), incluidas las de los países pequeños". Juncker "lamentó los términos empleados", en una reunión posterior con Tajani, quien dio por zanjado el incidente.

Juncker mostraba así su empatía con Muscat, habida cuenta de que él mismo fue durante 19 años primer ministro de otro pequeño país: Luxemburgo.