La oposición venezolana convocó ayer para el 16 de julio un referéndum para que el pueblo elija "el futuro del país", en el que se planteará a los ciudadanos si rechazan o aprueban el proceso constituyente activado por el Gobierno y se les llama a pronunciarse sobre la celebración de nuevas elecciones.

La Asamblea Nacional venezolana, controlada por la oposición, se ha declarado en rebeldía al considerar que el presidente del país, el chavista Nicolás Maduro, ha vulnerado la Constitución con la activación de un proceso constituyente que la oposición considera un "fraude" para mantener al chavismo "para siempre" en el poder.

Los venezolanos están llamados a las urnas este 30 de julio para elegir a quienes deben redactar una nueva Carta Magna, una jornada electoral que la oposición ya ha anunciado que boicoteará.

Entre tanto, la Asamblea Nacional venezolana, controlada por la oposición, aprobó la designación de Rafael González Arias como "número dos" de la Fiscalía General, después de que el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) anulase su anterior nombramiento al considerarlo contrario a la Constitución.

En este convulso clima, con protestas diarias, Maduro anunció el domingo un aumento del 50% del salario mínimo y de las tablas salariales de los funcionarios, así como un incremento del bono de alimentación.

"He decidido en la política de fortalecer todos los logros sociales del carné de la patria, de las misiones, de fortaleza del empleo e ingreso, aumentar el salario mínimo al 50 por ciento y aumentar el 'cesta ticket' dos unidades tributarias adicionales", dijo.