Cuba respondió ayer con una declaración medida e incluso conciliadora a la decisión del presidente de EE UU, Donald Trump, de retroceder en el acercamiento bilateral con nuevas restricciones al comercio y los viajes que sumieron en la desolación al sector por cuenta propia.

En un texto difundido por los medios estatales, el Gobierno afirmó que cualquier estrategia que pretenda cambiar el sistema en la isla está condenado al fracaso, opinó que EE UU no puede dar lecciones sobre derechos humanos e insistió en su voluntad de continuar el diálogo y la cooperación con el país vecino.

El texto denuncia las medidas de Trump, en especial su defensa del embargo económico que EE UU mantiene sobre Cuba, y lamenta que el giro vaya en contra de la opinión mayoritaria de los estadounidenses a favor del acercamiento bilateral.