El presidente de EE UU, Donald Trump, está empezando a ver cómo las investigaciones sobre la trama rusa comienzan a estrechar el cerco sobre él. Según informaciones publicadas por el diario "The Washington Post", que cita fuentes oficiales, el fiscal especial, Robert Mueller, le estaría investigando directamente por presunta obstrucción a la justicia.

Esto representaría un cambio en las pesquisas, que hasta ahora se centraban exclusivamente en determinar la veracidad de las sospechas sobre las injerencias de Rusia para, en alianza con el equipo de campaña de Trump, interferir en las presidenciales del pasado noviembre.

El mandatario estadounidense recibió garantías en enero del entonces director del FBI James Comey de que no estaba siendo investigado. Las fuentes citadas por el diario afirman que eso cambió tras el cese de Comey, el pasado 9 de mayo. Aunque en un primer momento la Casa Blanca atribuyó la destitución a la "mala gestión" por Comey del caso de los correos del departamento de Estado de Hillary Clinton, posteriormente el propio Trump reveló, en uno de sus ya habituales excesos de locuacidad, que el origen fue la investigación de la trama rusa.

El equipo de Mueller estarían buscando potenciales testigos dentro y fuera del Gobierno de que esto es así, porque constituiría un caso de obstrucción a la justicia que podría desembocar en la apertura de un proceso de destitución ("impeachment").

Según "The Washington Post", el director de Inteligencia Nacional, Daniel Coats; el director de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA), Mike Rogers, y el hasta hace poco "número dos" de Rogers, Richard Ledgett, han acordado comparecer ante Mueller esta misma semana. La NSA ha indicado en un comunicado que "cooperará completamente con el fiscal especial".

La reacción de Trump a estas informaciones, que los abogados de la Casa Blanca han calificado de "filtraciones ilegales" no se ha hecho esperar. En un primer tuit, tildó de "falsas" las informaciones: "Se inventaron una falsa conspiración en la historia de los rusos, encontraron cero pruebas, así que ahora van a por la obstrucción a la justicia en la historia falsa. Bonito", escribió. En un segundo mensaje, horas después, repitió su ya conocido argumento de que está siendo sometido a "la mayor caza de brujas política" de la historia de EE UU.

Desde Moscú, el presidente Putin, reaccionó con ironía y ofreció asilo a Comey. "Si sufre alguna clase de persecución, nosotros estamos dispuestos a otorgarle asilo político en Rusia. Tiene que saberlo", dijo, a la vez que precisó que Comey nunca ha aportado pruebas de ninguna trama rusa.