Los países árabes del Golfo y Egipto aumentaron ayer su presión sobre el emirato de Catar, con quien rompieron relaciones ste pasado lunes, para lograr que cambie su política exterior, con la que, afirman, está apoyando a grupos terroristas y favoreciendo los intereses iraníes.

"La gran escalada del confuso país hermano, la protección política que ha pedido a dos países no árabes (Irán y Turquía) y la protección militar que ha pedido a uno de ellos (Turquía) podrían suponer un nuevo y trágico capítulo", afirmó el ministro de Exteriores de los Emiratos, Anwar Gargash, en su cuenta de la red social Twitter.

El rey bahreiní Hamad y el presidente egipcio, Abdelfatá al Sisi, se reunieron en El Cairo y defendieron que la ruptura de relaciones obedece a que el camino adoptado por Catar "daña a los países árabes", ya que "ha insistido en interferir en los asuntos domésticos de Bahréin, Egipto y otros países árabes de una forma que amenaza su propia seguridad y la unidad y seguridad de la nación árabe", dijeron.

Entre tanto, el canal qatarí Al Yazira denunció sufre "intentos de hackeo sistemáticos y continuos" en sus plataformas.