Arabia Saudí, Egipto, Emiratos Árabes Unidos y Baréin decidieron ayer cortar relaciones diplomáticas con Catar y aislar al pequeño emirato del golfo Pérsico, al que acusan de apoyar el terrorismo, lo que abre una crisis en la región.

Riad anunció la ruptura de relaciones y el cierre de todos los puertos terrestres, marítimos y aéreos a todos los medios de transporte procedentes y que se dirijan a ese país, que sólo tiene frontera terrestre con Arabia Saudí.

Asimismo, prohibió a los ciudadanos saudíes que viajen al emirato y pidió a sus nacionales residentes en ese país que lo abandonen en un plazo de 14 días. De la misma forma, los cataríes no podrán entrar o transitar por Arabia Saudí, y los residentes y visitantes oriundos de Catar tendrán que salir del reino antes de dos semanas.

Riad justificó estas medidas por las "graves violaciones" de Catar que "ponen en peligro la soberanía" saudí, así como por su apoyo a "organizaciones terroristas", entre las que citó a los Hermanos Musulmanes, el Estado Islámico (EI) y Al Qaeda.

Riad anunció estas medidas a la vez que Egipto, donde gobernaron los Hermanos Musulmanes hasta el golpe militar de julio de 2013, que aupó al poder a las actuales autoridades, que declararon terrorista a la agrupación islamista. El Gobierno de Cairo acusó una vez más a Catar de apoyar a los terroristas y de intervenir en los "asuntos internos" de Egipto y los países de la región de forma desestabilizadora.

Por su parte, EAU se unió posteriormente al boicot diplomático para "salvaguardar los intereses" de sus aliados del golfo Pérsico y también cerrará el espacio aéreo y los puertos marítimos a los aviones y barcos cataríes, a los que les dio un plazo de 48 horas para abandonar el país.

Pidió a sus ciudadanos que no viajen, transiten o permanezcan en Catar y a los cataríes residentes o visitantes que salgan de EAU en un plazo 14 días.

El pequeño reino de Baréin siguió los pasos tomados por sus vecinos y, además de romper las relaciones diplomáticas, cerrará sus fronteras y espacios aéreo y marítimo en las próximas 24 horas.

Baréin aseguró que las "prácticas peligrosas" de Catar no solo se han limitado al reino, sino también a "nuestros países hermanos".

Por último, el Gobierno libio aliado de El Cairo y el Gobierno yemení aliado de Riad se unieron al órdago contra Catar, que también ha sido expulsado de la coalición árabe liderada por Arabia Saudí que interviene en el Yemen a favor de Hadi y en contra de los rebeldes hutíes.