Gran Bretaña endurecerá la medidas contra el terrorismo tras sufrir el tercer ataque en menos de tres meses. Un atentado asumido anoche a última hora por el Estado Islámico a través de la agencia afín Amaq y que consistió en un atropello múltiple seguido de apuñalamientos en la noche del sábado, que dejaron siete muertos en la zona del puente de Londres y en el cercano Borough Market. El balance puede incrementarse de forma notoria en los próximos días dado que 21 de los 48 heridos -uno de ellos un español- permanecían ayer en estado crítico. Los tres autores del ataque fueron abatidos por la Policía metropolitana en una operación de apenas ocho minutos y en un tiroteo de dimensiones inusitadas para cuerpos policiales que habitualmente no portan armas de fuego.

La investigación posterior propició la detención de una docena de personas por su relación con los terroristas, todas ellas en el barrio londinense de Barking.

La primera ministra, Theresa May, anunció un endurecimiento de las medidas antiterroristas para hacer frente a estos ataques, que desde el 22 de marzo, con el atropello del puente de Wesminster, seguido del atentado a la salida de un concierto en Manchester se cobraron en Gran Bretaña la vida de una treintena de personas y un centenar de heridos.

"Demasiada tolerancia"

"Hay demasiada tolerancia hacia el extremismo en nuestro país", manifestaba May ayer antes de anunciar un endurecimiento de las penas por terrorismo y mayor control de internet para seguir de cerca a los captados por la "ideología maligna" que inspira estos atentados, una "perversión" de la religión islámica.

Pese al detonante de la tragedia, las palabras de la líder de los conservadores tienen una connotaciones electoralistas que no escaparon a sus rivales laboralistas, quienes reprocharon a May que utilizara la tragedia para captar votos. La reñida campaña electoral para los comiciones del jueves -con los que May confiaba en reforzar su mayoría parlamentaria de cara a negociar con Bruselas el "Brexit"- se suspendió ayer y se reanudará hoy.

El ataque se desató pasadas las diez de la noche (once de la noche en España) del sábado con el atropello de una veintena de personas en el puente de Londres. Tres hombres a bordo de una furgoneta blanca arrollaron a los peatones que transitaban por el céntrico enclave londinense. Circulaban a 80 por hora y hacían "eses" para buscar el mayor número de víctimas posible, según testigos presenciales. Tras estrellarse contra un pub, los tres ocupantes descendieron del vehículos portando cuchillos de grandes dimensiones y cubiertos con lo que en apariencia eran chalecos explosivos, pero que resultaron ser falsos. Sembraron el pánico con apuñalamientos en una zona de bares y en el Borough Market, un tradicional mercado londinense atestado de puestos de alimentación, desde productos selectos a lugares de venta de comida callejera, que en esa noche de sábado primaveral se encontraba muy concurrido.

Intenso tiroteo

A los ocho minutos de recibirse el primer aviso del ataque, la policía consigue abatir a los tres terrorista en un intenso tiroteo.

En cinco hospitales de londinenses seguían ayer ingresados 36 heridos, 21 de los cuales se encuentran en estado crítico".

Un joven español residente en la capital británica, Ignacio Echeverría, de 39 años, se encuentra ilocalizable, según su familia, después de hacer frente a uno de los atacantes cuando apuñalaba a una mujer, tal y como relataron sus amigos.

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