Angustia e intranquilidad entre los gallegos residentes en la City ante la oleada de ataques gterroristas que sufre el país. El ourensano José Antonio Álvarez Senra y el lucense Óscar Rivero relatan para FARO cómo vivieron el atentado de Londres de este sábado.

José Antonio, un ourensano de 31 años, sufre en los últimos meses la tensión que experimenta Londres, la ciudad en la que vive desde hace 5 años, tras los atentados de Westminster en marzo y el de ayer en el London Bridge.

"Tras dos atentados es difícil sobre todo mantener la tranquilidad de la familia", máxime cuando está lejos, explica. Por eso lo primero que hizo cuando fue consciente del atentado y su magnitud fue avisar a su familia de que se encontraba bien a través de las redes sociales y mensajes. "Londres es una ciudad muy grande, pero dile a una madre que no se ponga en lo peor cuando escucha estas noticias".

José Antonio volvía con su pareja y su familia de Brighton en un tren que terminaba en London Bridge, pero finalmente se cambiaron a otro convoy en East Croydon. "Enseguida vimos mucha policía y helicópteros" pero en un primer momento "pensamos que estarían cortando el tráfico por obras o algún evento".

Sin embargo la realidad que se encontraron era bien diferente. "Nada más bajar del tren recibimos notificaciones de la BBC sobre el atentado" y decidieron cumplir con las recomendaciones de seguridad e ir directamente a su domicilio.

Ayer tocaba enfrentarse a la realidad. Él y los suyos han decidido aplicar la normalidad dentro de lo posible, pero notando de cerca como se ha intensificado todavía más la presencia policial. "Se nota que mucha gente ha decidido quedarse en casa y no venir al centro", explica. Así, lugares como el mercado Columbia Road "que siempre está abarrotado está hoy muy tranquilo, con poca gente, al igual que Regent's Park".

Por su parte, Óscar Rivero, un lucense de San Cibrao, trabajador en el restaurante del Centro Galego Social Club de Londres, apuntaba a última hora de ayer que la situación que se vive en la capital británica es "incómoda" debido al goteo de atentados en la isla británica. "Teño dous fillos e temo que algún día pase algo no transporte ou nun evento como aconteceu en Manchester", explicó.

En la noche del sábado al domingo cuando tuvo lugar el atentado en el London Bridge, se encontraba trabajando en el restaurante gallego. Allí, llegaron las primeras alertas por parte de los clientes, aunque los datos no eran demasiados ya que, según se quejó, "os medios aquí tardaron en sacar a noticia". Sobre los detalles del atentado, se enteró ayer leyendo la prensa española.

Rivero añadió que el Centro Galego -donde lleva trabajando desde hace diez años- se encuentra en el norte de Londres, lejos de la zona del último atentado. "O sábado estaba aquí pero a semana pasada estivemos no mesmo sitio (London Bridge). Calquera pode pasar por aí", apuntó.