La ventaja de los conservadores británicos que lidera la primera ministra, Theresa May, es ya solo de un 5 por ciento respecto al partido Laborista de Jeremy Corbyn, a falta de una semana para las elecciones generales en el país; siete días que se antojan cruciales dado que todavía hay un 20% de indecisos a la hora de depositar su voto, según la última encuesta de IPSOS Mori publicada ayer.

De acuerdo con el sondeo, los conservadores obtendrían un 45% de los votos frente al 40% de los laboristas, que se mantendrían como las dos principales fuerzas políticas del país, muy por delante de los liberaldemócratas de Tim Farron (un 7%) y el nacionalista UKIP de Paul Nuttall (2%).

Aunque May tiene mejor imagen entre los votantes que su rival directo, su partido está perdiendo terreno. Desde la última encuesta de IPSOS Mori a mediados de mayo, los conservadores han perdido un 4% de votos mientras que los laboristas han subido un 4%, ya muy por debajo de los dos dígitos de distancia con los que May comenzó los sondeos.

En términos generales un 78% de los votantes ya han decidido definitivamente por quién van a votar en los comicios de la semana que viene, según la encuesta de IPSOS Mori.

Uno de cada cinco, no obstante, todavía no se ha decidido. Este porcentaje general del 20% es parecido en lo que a partidos concretos se refiere: un 23% de los conservadores y un 21% de los declarados laboristas.