Un lujoso complejo turístico de la capital de Filipinas, Manila, fue anoche -madrugada del viernes local- escenario de un ataque con tiroteos y explosiones que se atribuyó al poco el grupo yihadista Estado Islámico. El grupo aseguró que el ataque fue perpetrado por "lobos solitarios" que le han jurado fidelidad, lo que elimina una vinculación orgánica directa de los terroristas con la formación yihadista. El balance de víctimas era anoche incierto, aunque algunas fuentes locales hablaban de decenas de heridos, por lo que no se descarta que el desenlace incluya la presencia de víctimas mortales.

El ataque coincide con intensos combates entre el Ejército filipino y elementos yihadistas en la ciudad sureña de Marawi, en la isla de Mindanao, que fue capturada parcialmente hace diez días por islamistas radicales aliados del Estado Islámico. Al menos 170 personas han perdido la vida en los enfrentamientos habidos en la isla en el curso de la última semana.