Al menos 28 personas murieron ayer y dos decenas resultaron heridas por un tiroteo perpetrado por un grupo de hombres contra un autobús de cristianos coptos en el oeste del pueblo egipcio de Al Adua, en la provincia sureña de Minia, según informaron fuentes de seguridad.

El ataque tuvo lugar cuando el autobús, que transportaba a estos cristianos coptos, se dirigía al monasterio de San Samuel, a pocos kilómetros de Al Adua, por una carretera del desierto Occidental egipcio.

La fuente aseguró que diez hombres armados, que se encontraban en cuatro coches (tres según el Ministerio de Interior), rodearon el autobús y comenzaron a disparar arbitrariamente mientras el vehículo circulaba por un camino cercano a Al Adua en dirección al monasterio.

En el interior también había niños que, según la lista difundida por las autoridades egipcias, han muerto, entre ellos dos menores de 2 y 4 años.

Los heridos fueron trasladados a tres hospitales en los pueblos de Magaga, Al Adua y Bani Mazar, en la provincia de Minia, mientas la Policía ha impuesto un cordón de seguridad en la zona y duplicado sus esfuerzos para dar con los asaltantes.

Ningún grupo ha asumido por ahora la autoría del ataque. El Movimiento Brazos de Egipto-Hasm difundió una nota en la que asegura que los ciudadanos extranjeros no están entre sus objetivos. "Somos resistencia, no somos terroristas. No hay necesidad de preocuparse porque somos musulmanes, no asesinos".

La minoría cristiana copta ha sido víctima de numerosos atentados en los últimos meses, como el pasado 9 de abril, Domingo de Ramos, cuando el Estado Islámico (EI) cometió dos ataques en las catedrales de San Jorge, en la ciudad de Tanta (delta del Nilo), y de San Marcos de Alejandría (costa mediterránea), en los que murieron 46 personas.

Asimismo, el pasado 11 de diciembre un terrorista afiliado al EI se hizo explotar en el interior de la iglesia de San Pedro, ubicada junto a la catedral copta de El Cairo, y mató a una treintena de fieles.

"Es evidente que la ley de emergencia no funciona como una medida de seguridad para detener la violencia terrorista que se está produciendo en Egipto ahora y durante los últimos cuatro años", aseguró la analista del Instituto Tahrir para la Política en Oriente Medio, Allison L. McManus.