La mujer y las hijas de Pep Guardiola, entrenador del Manchester City, han salido ilesas del atentado terrorista. Cristina Serra y las hijas de ambos, Valentina y María Guardiola, acudieron a presenciar en directo el multitudinario concierto de la estrella pop estadounidense n el Manchester Arena.

La cuenta de Twitter del entrenador, de 46 años, publicó un mensaje en el que condena el atentado y envía sus condolencias a "las familias y amigos de las víctimas" en una muestra de su dolor por lo sucedido en la ciudad.

"Estoy conmocionado. No me puedo creer lo que sucedió anoche. Mis más profundas condolencias a las familias y a los amigos de las víctimas", escribió el preparador catalán, acompañado por la etiqueta "Ilovemanchester" ("Amo Mánchester").

Según publicaron ayer varios medios británicos, algunos futbolistas de la primera plantilla del Manchester City acudieron junto a sus familias al concierto de Ariana Grande, pero todos resultaron ilesos. El ex jugador del Celta Nolito y actual activo del club inglés no estaba entre los asistentes, ya que muchos jugadores se encuentran en sus respectivos lugares de origen disfrutando de un tiempo de vacaciones.

Eduardo Álvarez, que forma parte del equipo de fisioterapeutas del Manchester City, estaba en la casa que tiene en esta ciudad cuando ocurrió la tragedia, a escasos cinco minutos andando del escenario de la barbarie. "Por suerte me encuentro perfectamente, aunque lo cierto es que podría haberle ocurrido a cualquiera. En Mánchester es muy habitual hacer planes en torno a los conciertos y yo este año ya he ido a muchos en ese mismo pabellón", explica el asturiano, que forma parte del círculo de confianza de Pep Guardiola.

"Hace solo unas semanas estuve allí con varios futbolistas y miembros del equipo viendo a Red Hot Chili Peppers y el concierto de Drake. La verdad es que da miedo pensarlo porque mis hijas también fueron hace poco a ver a Bruno Mars", añade.

Álvarez no escuchó la explosión, pero su teléfono móvil comenzó a echar humo poco después de que estallase la bomba. "No me llamaron la atención las sirenas porque en Mánchester se escuchan muchas a diario, pero al rato ya empezaron a entrarme mensajes. Lo primero que hice fue tratar de avisar a mi familia de que estaba bien e interesarme por todos los conocidos que tengo en la ciudad para saber que no les había ocurrido nada. Te asustas porque es una cosa horrible. Pienso que tuve la reacción que hubiese tenido cualquiera", explica.

El fisioterapeuta regresará mañana a España de vacaciones al haber terminado el "City" la temporada. "Ahora mismo estoy solo porque estoy tratando a un par de jugadores que siguen lesionados, la familia ya se ha ido y ayer no estaban en la ciudad", señaló ayer. El club en el que trabaja ha aumentado sus medidas de seguridad habituales, como el resto de Mánchester, donde se ha incrementado la presencia policial.

El excéltico Nolito, que la semana anteriorr, según fuentes cercanas, había estado en un concierto en el Mánchester Arena, se encontraba ya desde hace días de vacaciones en su Andalucía natal.