El director del FBI en funciones, Andrew McCabe, anunció ayer que no dará actualizaciones a la Casa Blanca de las investigaciones de la agencia sobre la "conexión rusa" de la campaña presidencial de Trump. En una audiencia ante el Comité de Inteligencia del Senado, McCabe indicó que "hasta el momento" no ha habido esfuerzos para interrumpir las pesquisas del FBI, que siguen adelante, pero se comprometió a informar a los congresistas en caso de que la Casa Blanca trate de irrumpir en sus investigaciones.

Las declaraciones del director en funciones de la Policía Federal de EE UU se producen en mitad de la tormenta política desatada por el presidente Trump el miércoles al cesar por sorpresa al máximo responsable del FBI, James Comey. McCabe contradijo además abiertamente a la Casa Blanca al afirmar que Comey tiene un "amplio apoyo" dentro de la agencia, por lo que no es cierta la pérdida de confianza alegada por Trump para destituirle.

La destitución de Comey ha sido considerada por la oposición demócrata y por una mayoría de los medios de comunicación como una peligrosa intromisión de Trump en las actividades de una agencia gubernamental que le está investigando.

El Senado quiso hacer ayer una demostración de firmeza ante Trump y ordenó al general retirado Michael Flynn, exconsejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, que le entregue documentos relacionados con Rusia. Se trata de la primera citación imperativa que emite este comité en el marco de la investigación de la "conexión rusa". Hasta ahora todas las comparecencias han sido voluntarias, igual que la entrega de documentos. Flynn, no obstante, había pedido inmunidad para colaborar en la investigación, pero le fue rechazada.