La primera ministra británica, Theresa May, ha denunciado este miércoles que "algunos en Bruselas" no quieren que las negociaciones sobre el Brexit salgan bien y ha asegurado que en los últimos días se ha intentado influir en el resultado de las elecciones que celebrará Reino Unido el próximo 8 de junio.

Las declaraciones de May, que este miércoles se ha reunido con la reina Isabel II tras la disolución del Parlamento, se producen en medio de la creciente tensión entre Londres y Bruselas, a raíz de la filtración a la prensa de algunos detalles de la cena que el pasado miércoles compartieron May y el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, quien el sábado dijo en una rueda de prensa que "algunos" en Reino Unido han "subestimado la complejidad" del proceso de desconexión.

Según la versión que fuentes europeas relataron al diario alemán 'Frankfurter Allgemeine Zeitung' (FAZ), Juncker se confesó "diez veces más escéptico" sobre las posibilidades de un acuerdo tras cenar con May y llamó a la canciller alemana, Angela Merkel, para trasladarle esa frustración. Al día siguiente, Merkel arremetió contra las "ilusiones" que se habían creado en el bando británico.

En el encuentro, el jefe del Ejecutivo comunitario habría advertido a la 'premier' de que la Unión Europea "no es un club de golf", por lo que pactar la salida del bloque exigirá negociaciones complejas y técnicas y que el Estado miembro que se divorcia cumpla con sus obligaciones presupuestarias.

Así las cosas, May ha defendido este miércoles que en los últimos días "la posición negociadora de Reino Unido en Europa ha sido tergiversada por la prensa continental, los términos negociadores de la Comisión Europea se han endurecido y se han producido amenazas contra Reino Unido por parte de políticos y responsables europeos".

"Todos estos actos han sido deliberadamente cronometrados para afectar el resultado de las elecciones generales", ha denunciado, asegurando que el deseo de Londres, como ya expresó en su carta de activación del Artículo 50 para iniciar el proceso del Brexit, es que haya un buen acuerdo para todos.

No obstante, ha dejado claro que sigue creyendo que "ningún acuerdo es mejor para los británicos que un mal acuerdo, pero queremos un acuerdo". "Queremos una asociación profunda y especial con la UE y queremos que la UE tenga éxito", ha sostenido.

Sin embargo, ha declarado frente a su residencia de Downing Street, los acontecimientos de los últimos días han mostrado que pese a los deseos de Reino Unido y la postura "razonable" de la mayoría de dirigentes europeos, "hay algunos en Bruselas que no quieren que estas conversaciones tengan éxito, que no quieren que Reino Unido prospere".

Por ello, y ya en clave electoral, ha defendido la necesidad de que el país cuente con un primer ministro y un Gobierno "fuerte y estable" y ha instado a los británicos a votar por ella y el Partido Conservador. "Dadme vuestro apoyo para liderar Reino Unido, dadme vuestro apoyo para hablar por Reino Unido, dadme vuestro apoyo para luchar por Reino Unido", les ha conminado.

"Si no conseguimos un buen resultado en la negociación, si permitimos que los burócratas de Bruselas pasen por encima de nosotros, perderemos la opción de una sociedad más justa con una oportunidad real para todos", ha sostenido.