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Elecciones en Francia

Le Pen vence en los grandes feudos del motor francés tras la promesa de 'repatriar' producción de PSA y Renault

La ultraderechista logra diez puntos de ventaja en la pequeña villa de Sochaux, que alberga la mayor factoría del país -Defiende el mismo "patriotismo inteligente" que Donald Trump

Marine Le Pen, lideresa del Frente Nacional // OLIVIER HOSLET

Sochaux, cuna de la familia Peugeot, es una pequeña localidad del este de Francia con 3.984 habitantes. La vida la aporta Montbéliard, a apenas tres kilómetros de distancia y 120.000 vecinos; el sustento, una factoría que se extiende a lo largo de 259 hectáreas y que ensambla el crossover 3008 o el DS5. La de Sochaux, del grupo PSA, es la mayor factoría automovilística de Francia por volumen de producción y número de trabajadores. En esa villa, la candidata ultraderechista Marine Le Pen cosechó una victoria incontestable al obtener el 32% de los votos, más de diez puntos por encima de su media y los mismos sobre su inmediato perseguidor, Jean-Luc Melenchon. La controvertida presidenta del Frente Nacional se comprometió en campaña a repatriar producción de PSA y Renault si llegaba al Elíseo y a rebufo del norteamericano Donald Trump. Los grandes feudos industriales de Francia, donde el sector ha perdido peso frente a los servicios (como en todas las economías desarrolladas), compraron el domingo su mensaje.

En esa misma localidad de la Borgoña el segundo candidato con más votos fue Melenchon, que ha defendido públicamente el arreón proteccionista y nacionalista de Trump con la industria automovilística norteamericana y que el domingo evitó pedir el voto para Emmanuel Macron. Apeló, dijo, a la "conciencia" de los votantes. El grueso de los electores del cinturón industrial de este sector en el país, focalizado al norte y este de Francia, respaldó las tesis de Le Pen y su "patriotismo económico". No me importa explicarles a las empresas francesas que no pueden evadir el pago de impuestos que deberían estar abonando en Francia, que no pueden deslocalizar sin sufrir las consecuencias... Hay que elegir, es una elección de patriotismo". Con esta advertencia venció en diez de los quince departamentos donde están instaladas las plantas de PSA y Renault.

En las regiones de Alsacia y Lorena, cuna de las factorías de Mulhouse (PSA) y Batilly Sovab (Renault-Nissan), venció con cinco y tres puntos de ventaja sobre François Fillon (eliminado de la carrera presidencial) y Macron, respectivamente. Repitió éxito en Hordain, donde el grupo que comanda Carlos Tavares posee una joint venture con Fiat y conocida como Sevelnord, en Sandouville (Renault, produce el Laguna, el Espace y New Trafic), Dieppe (Renault Clio),Blainville (camiones Renault), Maubeuge (la factoría de furgonetas Kangoo o Mercedes Citan) y Molsheim (sede de Bugatti, del grupo Volkswagen).En las regiones con factorías de ensamblaje de vehículos, y de entre los demás candidatos, solo Emmanuel Macron derrotó a Le Pen. Lo hizo en las regiones que acogen las factorías de Poissy (Peugeot 208 y Citroën DS3), Rennes (Citroën E-Méhari o Citroën C5), Villeurbane (componentes para Renault), Le Mans (chasis para esta misma marca) y Flins (Clío).

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El Estado francés es uno de los accionistas de referencia tanto de Renault como de PSA. En Renault su participación ronda el 20%, y en PSA, el 14%, igualado con el grupo chino Dongfeng Motors Co. (DFN). Ambos grupos cuentan con seis fábricas en la Península y más de 15.000 trabajadores directos. PSA es la cabeza tractora de la industria del automóvil en Galicia y el norte de Portugal, con fábricas en Vigo y Mangualde, y posee la mayor fábrica de coches de Madrid, Villaverde. Renault, por su parte, cuenta con dos fábricas en Castilla y León,y una tercera en Sevilla, de cajas de cambios. Las dos compañías, a su vez, arrastran a un importante número de proveedores de capital francés que suministran a sus fábricas y a otras factorías instaladas en territorio nacional, como son Faurecia, Plastic Omnium, Snop, Trves o MGI Coutier, entre muchas otras. Las plantas españolas de Renault acaban de renovar sus productos, como los nuevos Mégane, Kadjar y motorizaciones diésel y gasolina y cajas de cambio, y las de PSA tienen lanzamientos programados en 2017 (Madrid), 2018 (Vigo y Mangualde) y 2020 (Vigo).

Los mensajes

En toda la campaña Marine Le Pen solo visitó una fábrica y fue Fermap, de ventanas y pérgolas. Su presitende, Pascal Jenft, por cierto, es hombre de la casa con voz propia en el Frente Nacional. Le Pen erigió a esta empresa como un símbolo. De la región de Lorena (como la factoría de motores de Batilly), ascendencia familiar, radicada solo en Francia, producto local... Ni siquiera tiene web en inglés (solo ofrece traducción al alemán). En esa visita, el 18 de enero, clamó la necesidad de acometer una "revolución" para defender la industria local "frente a una globalización salvaje". Reclamó, en última instancia, poner en valor el " produire en France" (producir en Francia) como prioridad nacional. Es el mismo mensaje que pregonó con éxito Donald Trump, quien firmó la semana pasada una orden legislativa para, como recogió FARO, primar los productos, materias primas y trabajadores norteamericanos. " Buy American. Hire American" (compra americano, contrata americano).

La utilización de la industria para defender el proteccionismo económico fue una tónica en las campañas de EE UU y Francia. Marine Le Pen llegó a asegurar que la factoría de bañeras de hidromasaje de Whirlpool en Amiens (en enero de 2018 traspasará toda la producción a Polonia) "no se cerrará" y lanzó una batería de propuestas para gravar las importaciones. En ese departamento, el de Somme, cosechó el 30,3% de los votos, nueve por delante de Macron. Y sin decir cómo impedir el cierre de la factoría.

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