El Tribunal Supremo de Venezuela mostró ayer a las claras la ausencia de separación de poderes en el país. La misma corte que hace dos días despojó de sus atribuciones a la Asamblea Nacional, al declararla "en desacato", acató una "petición" del presidente, Nicolás Maduro, para revertir el fallo pocas horas después de que el Consejo de Defensa, que se reunió sin la presencia de la fiscal general, Luisa Ortega, alineada desde el viernes con la oposición, hiciera a la corte una demanda tan insólita como antes lo había sido la sentencia de los magistrados.

La dependencia del poder ejecutivo que el Supremo deja en evidencia al dar marcha atrás en su decisión -que es también marcha atrás para el chavismo- fue denunciada por el secretario general de la OEA, Luis Almagro. "De una ruptura institucional no se sale con aún más alteración del orden constitucional", escribió en Twitter. Y envalentonada por la rectificación de la corte a instancias de Maduro, la oposición se concentró en el centro de Caracas, en una gran manifestación que anoche, al cierre de esta edición, estaba siendo reprimida por los antidisturbios con gases lacrimógenos.

Con todo, el presidente de la Asamblea Nacional, Julio Borges, garantizó que protestas como las de ayer continuarán porque el "golpe de Estado" que significó la sentencia del Tribunal Supremo contra la Cámara no se puede "corregir".

Borges tachó la rectificación de los jueces de intento de "maquillar un muerto". Y el por dos veces candidato a la Presidencia, Henrique Capriles, advirtió que con las "aclaratorias" del máximo tribunal del país "no está resuelto el golpe de Estado".

Para añadir más confusión al muy tenso clima que se respira en Venezuela, el Supremo suprimió una medida cautelar que otorgaba a Maduro poderes para evitar un "estado de conmoción", y le permitía revisar normas de la legislación penal, militar y contra el terrorismo, informa "Efe".

Sobre su decisión de declarar "en desacato" a la Asamblea, el Supremo quiso aclarar algunos puntos en un comunicado leído por su presidente, Maikel Moreno. La corte alegó, en primer lugar, que no había suprimido las funciones del Poder Legislativo, y que ahora "es solo responsabilidad del órgano legislativo reasumir" sus funciones.

Además de revertir el fallo que despojó a la Cámara de sus poderes, el alto tribunal anuló otro anterior en el que limitaba la inmunidad parlamentaria de los diputados opositores ante la persistencia del "desacato" a sentencias anteriores de la corte suprema del país.

Mientras tanto, el chavismo sigue atrincherándose en el silencio. Las únicas voces que se escuchan alto y claro en el país son las de los dirigentes de la oposición. Eso sí, antes de la reunión del Consejo de Defensa y de pedir al Supremo que revisara sus dos últimas sentencias, Maduro había pedido a los antichavistas que vuelvan al proceso de diálogo que quedó roto en enero.

"Cuando quieran, donde quieran, como quieran, con quien quieran", casi les rogó. Pero aclarando que ruptura del orden constitucional sólo fue la de 2002, cuando la oposición encabezó el "golpe de Estado" del 11 y 12 de abril contra Hugo Chávez