El candidato conservador a las elecciones presidenciales francesas, François Fillon, ha chocado frontalmente con el jefe de Estado galo, el socialista François Hollande, a quien el jueves por la noche acusó en la televisión pública de conspirar contra él para que se retire de la campaña. Fillon, que se ha hundido en las encuestas tras ser imputado por los empleos ficticios de su esposa y dos de sus hijos, pidió que se investigue un supuesto "gabinete negro" al servicio de Hollande, desvelado, dijo, por un libro de próxima aparición escrito por dos periodistas del semanario sarítico "Le Canard Enchaîné", el mismo que reveló las irregularidades que han dado al traste con su carrera presidencial.

Las acusaciones de Fillon provocaron una respuesta inmediata de Hollande, quien condenó "con toda firmeza las mentiras" del político conservador, de las que dijo que "no tienen ningún fundamento"

Entre tanto, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, recibió ayer en el Kremlin a la candidata ultraderechista francesa Marine Le Pen, que encabeza las encuestas para la primera vuelta del 23 de abril con una ligera ventaja sobre el socioliberal Emmanuel Macron. Putin, a quien se atribuye la voluntad de interferir en los procesos electorales europeos tras haberlo hecho, según la inteligencia de EE UU, en los de ese país, afirmó que "de ninguna manera queremos influir en los acontecimientos, pero nos reservamos el derecho de hablar con representantes de todas las fuerzas políticas".