La gallega María Sabarís se enteró del ataque en Londres por su prima, quien se libró de quedar atrapada en el puente de Westminster. La mujer se dirigía en taxi al aeropuerto para tomar un avión a Madrid cuando a la altura del Parlamento quedó bloqueada. "En un minuto todo se llenó de policías. Según me contó, su intervención fue muy rápida", relata María. Los agentes desviaron el tráfico y su familiar pudo llegar a la terminal para coger el avión a España y, de ahí, a Buenos Aires, donde reside. "Se marchó con el susto en el cuerpo", sentencia.
A la joven, que vive en Londres desde hace dos años y medio, el ataque le cogió trabajando lejos del centro: "En mi entorno poco se notó, pero aún no he pasado por el centro; supongo que allí se notará más". Y describe: "Hoy la ciudad está como siempre, aunque se nota más presencia policial y de helicópteros".
Esta vecina de Meis destaca que le sorprendió la frialdad con el que trágico suceso fue acogido en su ámbito laboral: "La gente ni se inmutaba". Hoy, en su oficina, prevalecía el silencio sobre el tema. María apunta a que la causa de este mutismo podría radicar en la cantidad de incidentes que suceden en la ciudad a diario. "Y eso que fue una locura, por el lugar donde ocurrió y por el método: un coche arrollando peatones indiscriminadamente", subraya.
A pesar de todo, señala la normalidad con la que la vida en el resto de la capital sigue su curso: con la mayoría de los servicios activos y la gente acudiendo a sus puestos de trabajo. "Esta mañana tuve que venir a trabajar a The Oval, al otro lado del río, y vine en metro", comenta.
El hecho de que la primera víctima identificada tenga origen gallego ha impactado a María: "Que haya fallecida gallega te acerca más a la tragedia y te pone más en la situación de la familia", comenta. La joven ya se puso en contacto con sus padres para anunciarles que se encontraba a salvo, además de comunicárselo a sus amigos a través de las redes sociales.
Por su parte, el vigués Jesús López, periodista afincado en la capital británica, ha contado a FARO las sensaciones que se respirante en esta primeras horas tras el brutal atentado en el Puente de Westminster y el Parlamento. Destaca la "normalidad" con la que la ciudad trata de superar este nuevo golpe, haciendo gala del dicho que se popularizó durante la Segunda Guerra Mundial "Keep calm and carry on" (mantén la calma y sigue adelante".
Asegura que para alguien que no supiese nada al respecto, le sería muy difícil advertir alguna diferencia en la metrópolis apenas unas manzanas más allá de la zona en la que sucedió todo. "Igual algo menos de gente", apunta.
