La ministra principal escocesa, Nicola Sturgeon, presentará hoy ante el Parlamento autonómico una moción en la que le pide permiso para acordar con el Gobierno británico los términos de un segundo referéndum de independencia para la nación histórica.

Se prevé que la líder del Partido Nacionalista Escocés (SNP) exponga el texto a los diputados a las 14.05 GMT, tras lo cual habrá un debate que culminará con una votación alrededor de las 17.00 GMT del miércoles.

Según todos los cálculos, esta moción, titulada "La elección de Escocia" y que solicita de Londres una orden para legislar sobre la consulta, será aprobada con los votos del gobernante SNP, que tiene una mayoría simple de 63 escaños, y el Partido Verde, con seis, de los 129 que tiene la cámara de Holyrood (Edimburgo).

La moción "autoriza al Gobierno escocés a promover conversaciones con el Gobierno británico sobre los detalles de una orden al amparo de la sección 30 de la Ley de Escocia de 1998 para asegurar que el Parlamento escocés puede legislar para la convocatoria de un referéndum".

Este referéndum debe "dar al pueblo escocés una elección sobre la futura dirección y gobernanza de su país, en un tiempo (fecha), y con una pregunta y una franquicia electoral, determinados por el Parlamento escocés", dice el texto con un solo párrafo de nueve líneas.

Este tiempo, añade, sería "entre el otoño de 2018, cuando habrá claridad sobre el resultado de las negociaciones sobre el "Brexit", y cerca del momento en que el Reino Unido deje la UE, en la primavera de 2019".

Previamente, la moción manifiesta que el Parlamento autonómico reconoce el derecho del pueblo escocés a decidir "qué forma de Gobierno mejor se ajusta a sus necesidades".

Una vez cuente con la aprobación de Holyrood, Sturgeon podrá pedir al Gobierno de la primera ministra conservadora, Theresa May, que le conceda esa "orden 30", que debería ser entonces aprobada por los parlamentos de Londres y Edimburgo -que eventualmente procedería a legislar sobre la consulta-.

Sin embargo, May ya adelantó que rechazará la petición de la líder independentista, al considerar que "ahora no es el momento" de realizar un segunda consulta separatista, tras la de 2014, cuando el país debe estar "unido" para afrontar las negociaciones con Bruselas.

Si no se llega a un acuerdo, es posible que el SNP recurra a los tribunales para determinar la competencia legal.