El presidente norteamericano, Donald Trump, volvió ayer a la carga contra Alemania, un día después de celebrar un encuentro en la Casa Blanca con su canciller, Angela Merkel, que al decir del magnate fue "una gran reunión", no obstante la pésima educación que exhibió ante las cámaras cuando ambos estaban en el Despacho Oval y la germana le preguntó si se estrechaban las manos y el mandatario estadounidense hizo como si no la hubiera oído. Un día después de ese gesto tan descortés, Trump retomó los ataques que dedicó a Alemania durante la campaña electoral por su política de refugiados -de "desastre" la llegó a tachar- y acusó a Berlín de deber "grandes sumas de dinero" a su país.

En su red social favorita, Trump calificó de "noticias falsas" las informaciones sobre el encuentro del viernes con Merkel. Pero siguió tuiteando para asegurar que "Alemania debe grandes sumas de dinero a la OTAN y a Estados Unidos se le debe pagar más por la poderosa y muy costosa defensa que proporciona a Alemania".

En la rueda de prensa conjunta, Trump reiteró su "fuerte apoyo a la OTAN", pero exigió a sus socios europeos que cumplan su compromiso de elevar el presupuesto de defensa hasta el 2% del PIB, a lo que ya se comprometieron con Obama.

Merkel, por su parte, subrayó durante esa conferencia de prensa en la Casa Blanca la "importancia" de la Alianza Atlántica y aseguró que Alemania reconoce la necesidad de "aumentar su gasto" en la defensa común. "Vamos a trabajar en ello", prometió.