Este miércoles unos 12,6 millones de electores están llamados a las urnas en los Países Bajos para elegir la composición de su futuro Parlamento y por ende el Gobierno que dirigirá el país durante los próximos cuatro años. En juego está el futuro del euro en Europa y ver si la ultraderecha puede hacerse con el poder y marcar tendencia en los próximos comicios en Francia y Holanda.

Las especulaciones sobre un posible "divorcio" entre Holanda y la Unión Europea (UE) se colaron en la campaña electoral holandesa, a pesar de que los políticos y expertos advierten de que el país no puede sobrevivir económicamente sin la legislación y las facilidades que ofrece el sistema europeo.

La mayoría de los líderes políticos se han mostrado un tanto críticos con la Unión Europea durante esta campaña, aunque no hasta el punto de apoyar un "nexit", como se conoce la posibilidad de una salida de Holanda de la UE.

"Es inviable. La economía holandesa está basada en los negocios. Necesitamos el sistema Schengen para movernos con facilidad, la legislación en materia de impuestos para ahorrar en burocracia y un espacio económico y moneda común", advirtió a Efe el analista de política internacional Diederik Brink.

El Gobierno actual, formado por una coalición entre los liberales del VVD y los laboristas del PvdA, ha tenido que lidiar con la crisis económica e imponer recortes en los últimos cuatro años, que siempre se han justificado como "exigencias" de austeridad por parte de Bruselas.

Esas "duras" medidas han dañado la confianza en la UE, a pesar de que Holanda fue cuna del Tratado de Maastricht -que sentó las bases del funcionamiento de la Unión Europea y del proceso de integración europeo- y es vista como "un enemigo" que "regala" los impuestos de los holandeses "a países como Grecia", indica este analista.

Elecciones en Holanda: el barómetro del populismo en Europa

Elecciones en Holanda: el barómetro del populismo en Europa

Elecciones en Holanda: el barómetro del populismo en Europa. Vídeo: Agencia ATLAS

El auge del populismo responde al nombre de Wilders

La voz del "nexit" ha sido y es la del ultraderechista Geert Wilders, cuyo programa electoral se basa en "desislamizar" el país, cerrar las fronteras y "devolver Holanda a los holandeses", convocando un referéndum para abandonar la Unión, a la que acusa de intromisión en los asuntos soberanos holandeses.

Sin embargo, son pocas las probabilidades de que esta idea se materialice, porque a pesar de que el Partido de la Libertad (PVV), de Wilders, lidera las encuestas tendrá complicado formar una coalición de Gobierno con el respaldo suficiente como para legislar y convertirse en primer ministro.

Además, en una encuesta publicada tras el "brexit", un 56% de los holandeses se mostró en contra de un referéndum sobre la pertenencia a la UE, en comparación con el 50% que se había declarado a favor un mes antes de la votación de la salida del Reino Unido.

Un informe de la entidad Rabobank alertó sobre las "graves consecuencias" de un "nexit" y detalló que la economía holandesa reduciría un 15% su crecimiento, se duplicaría el desempleo y se haría patente un escenario de desintegración para la zona euro y la UE.

Holanda es un país orientado a los negocios, y en él se han establecido decenas de multinacionales que emplean a profesionales de todo el mundo, especialmente europeos, gracias a las facilidades para residir y trabajar en el país.

La ciudad de Rotterdam, cuyo puerto internacional es uno de sus más grandes atractivos económicos, emplea alrededor de 90.000 personas a las que exige una movilidad interestatal frecuente.

Wilders no está de acuerdo con las posibles consecuencias negativas de un "nexit" y, según un informe del PVV, la economía holandesa se beneficiaría de una salida de la UE y el país, con 17 millones de habitantes, mantendría una fuerte posición comercial.

Según la mayoría de los partidos, lo que necesita Europa son reformas "urgentes" y reducción de gastos innecesarios, así como una menor influencia de la UE en los asuntos internos de los países miembros y una mejor comunicación de las decisiones que se adoptan en Bruselas.

El ministro holandés de Exteriores, Bert Koenders, lo dejó claro: "No queremos más Europa, ni menos. Necesitamos una Europa diferente que no funcione como una máquina legislativa, sino que tenga influencia en las negociaciones de importancia".

Por eso, en opinión del analista Brink, de las próximas elecciones resultará "un Gobierno que exija las tan solicitadas reformas urgentes, pero no una salida" de Holanda de la UE.

¿Qué dicen las encuestas?

Los sondeos pronostican un Parlamento más fragmentado que nunca, en el cual serán necesarios entre cuatro y cinco partidos para llegar a los 76 escaños que otorgarían estabilidad al futuro gobierno.

Una media de encuestas, publicada por el politólogo de la Universidad de Leiden Tom Louwerse, indica que el VVD de Rutte obtendría 25 escaños, mientras el PVV de Wilders conseguiría tres menos, 22, experimentando así una tendencia a la baja respecto al comienzo de la campaña electoral.

Por detrás estarían empatados los democristianos (CDA) y los liberales de centroizquierda (D66), ambos con 20 diputados, mientras que los Verdes de Izquierda (Groenlinks) se harían con 16 escaños y los izquierdistas del SP con 15.

Los socialdemócratas del PvdA, actualmente en el gobierno y que en 2012 obtuvieron 38 escaños, pulverizarían su suelo histórico y caerían hasta la séptima posición, con 12 diputados.

Los resultados finales pueden marcar tendencia durante los próximos meses electorales en Alemania y Francia. Ya lo dijo Rutte: "Países Bajos tiene la oportunidad de evitar que despertemos el 16 de marzo y que el PVV sea el partido más grande. Rompamos con el populismo en Europa".

Para Wilders, la diferencia entre la izquierda y la derecha "ya no existe, es algo para los académicos y la gente que estudia Política" y se erige en defensor del "holandés medio, que trabaja duro para poder gastar su dinero por su cuenta y pagar las pensiones y la Sanidad, no para dárselo a los griegos".