La ciudad francesa de Nantes fue ayer y el sábado escenario de protestas, desbordadas por violentos ultraizquierdistas, contra la candidata presidencial del ultraderechista Frente Nacional (FN), Marine Le Pen, quien dio un mitin en una sala de fiestas de las afueras ante unas cuatro mil personas.
Los manifestantes intentaron bloquear los accesos al local, a lo que respondió la Policía desplegando decenas de antidisturbios. Los violentos quemaron neumáticos en carreteras y autopistas, y asaltaron varios de los autobuses que trasladaban a los asistentes al mitin. Algunos vehículos fueron detenidos en la cuneta y rociados de pintura blanca, lo que obligó a actuar a los agentes.
La víspera, una manifestación de más de 2.000 personas recorrió el centro de la ciudad y acabó en choques entre encapuchados y agentes, con un saldo de una decena de policías heridos y otra más de militantes arrestados. Los disturbios comenzaron cuando un grupo de militantes de extrema izquierda comenzó a lanzar cócteles de gasolina y a romper escaparates y mobiliario urbano, lo que fue respondido con el lanzamiento de gases lacrimógenos.
Nantes, feudo de la izquierda, acoge desde hace semanas a grupos de extrema izquierda que se oponen a la construcción de un aeropuerto en su periferia. El oeste de Francia es, además, uno de los territorios en los que el FN obtiene sus peores registros electorales, por lo que ha sido allí donde Le Pen ha decidido comenzar su gira de grandes mítines, a menos de dos meses de la primera vuelta de las presidenciales, en la que según los sondeos será la candidata más votada.
Precisamente, un sondeo publicado ayer por la cadena de televisión LCI da una subida de dos puntos a Le Pen (27%) sobre su anterior oleada. El sondeo sitúa en segundo lugar al socioliberal Emmanuel Macron (25%), que sube cuatro puntos tras recibir el apoyo del centrista François Bayrou. El conservador François Fillon, sigue bajando a raíz del escándalo de los empleos ficticios de su esposa. Tras perder otros dos puntos, se queda en el 20%.
