La Fiscalía Nacional Financiera francesa anunció ayer que se ha nombrado un juez instructor para investigar los posibles empleos ficticios de la esposa del candidato conservador a la presidencia, François Fillon, lo que abre la puerta a su imputación. Aunque en un primer momento, Fillon se comprometió a abandonar la carrera electoral si es imputado, posteriormente se desdijo, tras acusar a la Fiscalía de motivaciones políticas.

En todo caso, una eventual imputación no beneficiará la cotización del ex primer ministro. Tras el estallido del escándalo, Fillon, que encabezaba las encuestas, bajó al tercer lugar y cedió el liderazgo a la ultra Marine Le Pen. Sin embargo, esta semana se ha recuperado en parte y en algunas encuestas figura segundo, por delante del socioliberal Emmanuel Macron.

Le Pen también está envuelta en un escándalo de empleos ficticios, por haber usado asignaciones del Parlamento Europeo para contratar falsos asistentes de eurodiputados del Frente Nacional. Los asistentes trabajaban, en realidad, para el partido en Francia. El miércoles fueron detenidos e interrogados por el caso su jefa de gabinete y su guardaespaldas. Ella misma fue llamada a declarar ese día por la Policía Judicial, pero no acudió. Ayer, Le Pen, que se amparó en su inmunidad como europarlamentaria, hizo saber a los investigadores, a los que acusa de persecución política, que no comparecerá hasta que pasen las presidenciales de abril-mayo y las legislativas del 11 y el 18 de junio. Le Pen se ha negado a dar explicaciones adicionales sobre su decisión de no declarar.