Las protestas populares contra la corrupción se mantienen en Rumanía, dos semanas después de haber comenzado. Unas 70.000 personas salieron a la calle el domingo por la noche para reclamar la dimisión del primer ministro, el socialdemócrata Sorin Grindeanu. Ayer, el Parlamento votó a favor de una petición, no vinculante, propuesta por el presidente, el liberal Klaus Iohannis, para que el Gobierno convoque un referéndum sobre las medidas de lucha contra la corrupción.