El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reconoció ayer que está siendo "duro" en sus negociaciones con otros líderes y que lo seguirá siendo, porque hasta ahora "prácticamente todas las naciones del mundo se han aprovechado" de su país y con él "eso no va a ocurrir más".

Sin confirmar que le colgó el teléfono al primer ministro australiano, Malcolm Turnbull, para mostrar su rechazo a un acuerdo sobre acogida de refugiados suscrito por su predecesor en el cargo, Barack Obama, el magnate avisó: "Cuando oigan sobre las duras llamadas telefónicas que estoy teniendo, no se preocupen".

Fue durante su intervención en el Desayuno Nacional de Oración, un acto que mezcla política y religión, y que se celebra tradicionalmente en Washington el primer jueves de febrero. Pero, hasta hora, sin el tono que ayer empleó Trump. "Son duras (las llamadas), tenemos que ser duros. Es hora de que seamos un poco duros".

Según "The Washington Post", durante la conversación con Turnbull, Trump cargó contra el acuerdo firmado por la Administración Obama e hizo saber al socio australiano que la conversación que estaban manteniendo era "de lejos la peor" de todas las que había sostenido ese día con mandatarios internacionales, incluido el ruso Vladimir Putin.

Después, en Twitter, abundó en la cuestión sin mencionar a Turnbull. "¿Podéis creerlo? La Administración Obama acordó traer a cientos de inmigrantes ilegales de Australia. ¿Por qué? ¡Estudiaré este estúpido pacto!". El portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, ofreció más tarde una versión "diplomática" de la conversación, "muy cordial", y en la que Trump solo mostró su malestar y decepción con el acuerdo.

Entre tanto, el secretario de Seguridad Nacional, el general John Kelly, calculó que el polémico muro fronterizo con México estará acabado en un plazo de dos años. "El muro se construirá donde se necesite primero, y luego lo completaremos", detalló.

En el plano internacional, el nuevo secretario de Defensa, James Mattis, apostó en Seúl por "reforzar" la alianza con Corea del Sur para responder a los desafíos armamentísticos de Corea del Norte. Y el Departamento del Tesoro revisó las sanciones impuestas al Servicio Federal de Seguridad de Rusia (FSB, antiguo KGB) para poder vender productos informáticos a Rusia, una medida que la Casa Blanca evitó presentar como el principio de un levantamiento de las sanciones.

Los grandes grupos del Parlamento Europeo anunciaron que vetarán a Ted Malloch como embajador ante la UE por sus declaraciones hostiles al bloque.