El presidente estadounidense, Donald Trump, ha abierto un nuevo frente con Australia después de que el diario 'The Washington Post' revelara que el sábado mantuvo una tensa llamada telefónica con su primer ministro, Malcom Turnbull, a quien colgó antes de tiempo, criticando un acuerdo en materia de refugiados firmado por su antecesor, Barack Obama.

Según ha desvelado el diario, que cita a altos cargos estadounidenses, Trump criticó el pacto alcanzado por Obama para reasentar a 1.250 solicitantes de asilo que se encuentran en los centros de refugiados que Australia mantiene en islas en el Pacífico de Papúa Nueva Guinea y Nauru.

En opinión de Trump, dicho acuerdo era "el peor de la historia" y con él lo que Australia estaba buscando era exportar a los "próximos terroristas de Boston", en referencia a los dos hermanos de origen checheno que perpetraron el atentado contra el maratón en dicha ciudad estadounidense en abril de 2013.

El presidente estadounidense contó a Turnbull que había hablado ese día con otros cuatro mandatarios, incluido el presidente ruso, Vladimir Putin, y que "esta es la peor llamada de lejos", y colgó el teléfono a los 25 minutos, cuando estaba previsto que hablaran durante una hora.

Tras conocerse la tensa conversación, Trump ha recurrido a su cuenta en Twitter para reafirmarse en su postura: "¿Podéis creerlo? La Administración Obama acordó recibir a miles de inmigrantes ilegales desde Australia. ¿Por qué? Estudiaré este tonto acuerdo", ha prometido.

Sus palabras han sido criticadas rápidamente en la red social, donde muchos usuarios le han recordado que quienes están retenidos en los centros en las islas de Manus y Nauru son "refugiados" que requieren protección y no "inmigrantes ilegales".

Por su parte, Turnbull ha reconocido que Trump no habría firmado el acuerdo si él hubiera sido entonces el presidente, pero ha indicado que "ha dado el compromiso" de que lo cumplirá. En cuanto al cariz que tomó su conversación telefónica, el primer ministro australiano ha dicho que "no es correcto" que Trump le colgara y ha sostenido que fue "muy franca y directa".

En declaraciones posteriores recogidas por los medios australianos, Turnbull ha dejado claro que el acuerdo para el traslado de solicitantes de asilo contempla un estricto proceso de control. Preguntado sobre si tiene un 'Plan B' en caso de que Trump opte por cancelar lo pactado, ha dicho que el Gobierno está explorando "todas las opciones que no sean el trasladar a los refugiados a Australia".