El presidente estadounidense, Donald Trump, se ha reafirmado este lunes en su decisión de prohibir la entrada en Estados Unidos durante un plazo de 90 días de los ciudadanos procedentes de siete países mayoritariamente musulmanes, asegurando que no es agradable tener que "buscar a terroristas" antes de que entren en el país.

"Solo 109 personas de 325.000 fueron detenidas y retenidas para ser interrogadas", ha señalado en un mensaje en su cuenta personal de Twitter, después de la ola de reacciones que la medida adoptada el viernes y que afecta a ciudadanos de Siria, Yemen, Irak, Líbano, Libia, Somalia e Irán ha suscitado tanto en Estados Unidos como más allá de sus fronteras.

El presidente ha defendido que "los grandes problemas en los aeropuertos" durante el fin de semana "fueron provocados por un apagón informático de Delta (Airlines), los manifestantes y las lágrimas del senador (Charles) Shumer". El senador demócrata fue uno de los que intervino en una multitudinaria protesta en Nueva York contra la orden ejecutiva de Trump.

En este sentido, el magnate ha sostenido que el secretario de Seguridad Interior, John "Kelly, ha dicho que todo va bien con pocos problemas". "Hagamos a Estados Unidos seguro de nuevo", ha insistido Trump.

Así las cosas, Trump ha sostenido que "no hay nada agradable en buscar a terroristas antes de que puedan entrar en nuestro país". "Este (tema) fue una gran parte de mi campaña" electoral, ha recordado, para terminar llamando a "estudiar el mundo".

La ONU critica la medida

El alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Zeid Ra'ad Al Husein, afirmó hoy que el veto temporal del presidente de EEUU, Donald Trump, a la entrada de ciudadanos de siete países de mayoría musulmana, es "ilegal", "malvado" y desperdicia recursos para la lucha contra el terrorismo. "La discriminación basada en la nacionalidad únicamente está prohibida por el Derecho Humanitario", señaló Zeid.

En el Twitter de la Oficina de Derechos Humanos de la ONU, el alto comisionado, el responsable de más alto nivel de las Naciones Unidas en reaccionar hasta el momento directamente al veto de Trump, recalcó que "el veto estadounidense es también malvado y desperdicia los recursos necesarios para una lucha antiterrorista adecuada".

Por parte de la ONU el sábado la Agencia para los Refugiados (ACNUR) y la Organización Mundial de la Migración (OIM) pidieron a EEUU que mantenga "su larga tradición" de proteger a los que huyen de conflictos, pero evitaron criticar abiertamente la nueva política de restricción de entrada refugiados e inmigrantes al país.

"Esperamos que EEUU continuará su claro liderazgo y su larga tradición de proteger a aquellos que están huyendo de conflicto y persecución", afirmaron las dos entidades en un comunicado conjunto.

Según fuentes de la ONU desde octubre pasado (coincidente con el inicio del actual año fiscal en Estados Unidos), las autoridades estadounidenses han admitido a 25.600 refugiados. En el año fiscal precedente (de octubre 2015 a septiembre 2016), EEUU recibió casi 85.000 refugiados, según datos de la Oficina de Población Refugiada de este país. En los últimos años, EEUU ha sido uno de los países que ha admitido más refugiados para su reasentamiento, junto con Canadá, Australia y los países nórdicos.