La primera vuelta de las primarias socialistas francesas se celebra hoy con los candidatos Manuel Valls, Arnaud Montebourg y Benoît Hamon buscando movilizar a unos votantes de izquierda fragmentados y desencantados.

Los tres favoritos a representar en las presidenciales de abril y mayo de 2017 a la esfera socialista esperan que los pronósticos de poca participación no se cumplan, pues el gobernante Partido Socialista (PS) podría salir aún más debilitado.

Pero las encuestas apuntan a un panorama poco halagüeño: se estiman entre 1,9 y 2,6 millones de votantes, menos que los 2,7 millones de 2011, cuando las bases eligieron como candidato a François Hollande, hoy presidente del país etiquetado como el más impopular de las últimas décadas.