El Inspector General del Departamento de Justicia de Estados Unidos, Michael Horowitz, anunció ayer que abrirá una investigación sobre el Departamento de Justicia y el Buró Federal de Investigaciones (FBI) y su proceder antes de los comicios presidenciales del pasado 8 de noviembre.

Miembros del Congreso de Estados Unidos mostraron su preocupación por las alegaciones vertidas por parte del FBI apenas unos días de las elecciones, que sembraron nuevas dudas sobre el manejo por parte de Hillary Clinton, entonces candidata demócrata a la Casa Blanca, de su correo electrónico cuando era secretaria de Estado en el Gobierno de Barack Obama.

Según la nota emitida por la oficina de Horowitz, dedicada a evaluar los procesos internos dentro de la Justicia estadounidense, se abrirán varias líneas de investigación sobre lo ocurrido.

En primer lugar, el Inspector General examinará si las políticas y procedimientos del FBI fueron coherentes entre sí, después de que el 5 de julio pasado su director, James Comey, dijera públicamente que, según las investigaciones de su agencia, no debían presentarse cargos contra la exsecretaria de Estado.

Sin embargo, el 28 de octubre, a 10 días de las elecciones, Comey hizo pública una misiva enviada a los presidentes de varios comités del Congreso en la que sugería que había encontrado nuevas pruebas que podrían poner en entredicho la actuación de Clinton.

La oficina de Horowitz investigará especialmente si el FBI pudo incurrir en mala praxis al hacer pública dicha información a tan pocos días de la cita electoral, así como el mero hecho de haberla revelado.