El presidente electo de EE UU, Donald Trump, acusó ayer al actual mandatario, Barack Obama, de proferir declaraciones "incendiarias" y descartó la "transición suave" que pactaron ambos tras las elecciones del 8 de noviembre. "Hago lo que puedo para ignorar las muchas declaraciones incendiarias y barricadas del presidente Obama", escribió Trump en Twitter, desde donde ha venido respondiendo a las últimas entrevistas concedidas por el dirigente saliente, que se encuentra pasando el periodo navideño en Hawai. "Aunque iba a haber una transición suave, ¡ya no!", apostilló el magnate neoyorquino.

El término ha sido utilizado en las últimas semanas como símbolo de lo que parecía un traspaso de poderes más calmado de lo esperado, habida cuenta de los duros reproches que ambos se habían cruzado en campaña electoral. Entre tanto, uno de los colaboradores de campaña de Trump, Carl Paladino, reconoció su "error" por comentarios dirigidos contra Obama y su esposa, Michelle, y los atribuyó a una mala "elección de palabras". Paladino, que negó ser racista, recibió una oleada de críticas la semana pasada, incluidas algunas procedentes del equipo de transición, por desear que Obama muera el año próximo tras contraer la enfermedad de las vacas locas. Sobre Michel Obama dijo que le gustaría "que se convirtiera en un hombre y la soltaran en Zimbabue, donde", añadió, "viviría cómodamente en una cueva con Maxie, el gorila",