Israel ha puesto en marcha una campaña de represalias contra los países que votaron a favor de declarar ilegales las colonias judías en los territorios ocupados en una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU celebrada el viernes. España, que presidía la reunión, es uno de ellos. La votación de condena, primera que Israel recibe, salió adelante gracias a que EE UU decidió abstenerse en vez de usar -como hace siempre- el derecho de veto. Los otros catorce países votaron a favor.

El primer ministro, Benjamin Netanyahu, ya anunció el mismo viernes que su Gobierno no cumpliría los términos de "esta resolución vergonzosa" y atacó a la administración Obama por "abandonar a su suerte" a Israel. "No solo ha fracasado en proteger a Israel contra esta conspiración en la ONU, sino que se ha confabulado con ella entre bastidores", denunció.

El sábado, el jefe del Gobierno israelí ordenó al Ministerio de Exteriores revisar las relaciones con la ONU e interrumpir de forma inmediata la financiación a "cinco" de sus organismos "particularmente hostiles a Israel".

Ayer fue todavía más lejos y convocó a los embajadores de los países del Consejo de Seguridad para reprocharles su apoyo a la resolución. Uno tras otro, los representantes de China, Francia, Rusia, Gran Bretaña, España, Egipto, Japón, Ucrania, Uruguay y Angola fueron visitando a sus interlocutores en el Ministerio de Exteriores en Jerusalén para una "reunión de clarificación", según fuentes diplomáticas consultadas por la agencia "Efe".

La oficina de Netanyahu también ha convocado al embajador de EE UU, Dan Shapiro, con la intención de "reprocharle" la abstención de su país en la ONU, según el servicio de noticias Ynet. Se trata de una convocatoria sin precedentes en la historia diplomática de los dos aliados, cuya relación ha experimentado un progresivo deterioro en los ocho años de mandato de Obama, precisamente por culpa de la tajante negativa de Netanyahu a modificar un ápice la política de asentamientos.

La resolución exige el cese "inmediato" y "completo" de los asentamientos judíos en el territorio ocupado de Cisjordania y Jerusalén Este e insiste en que la solución al conflicto de Oriente Medio pasa por la creación de un Estado palestino que conviva junto a Israel.

El presidente electo de EE UU, Donald Trump, dijo el sábado que la aprobación de la resolución 2334 contra los asentamientos es una "gran derrota para Israel que hará mucho más difícil negociar la paz. Muy mal, pero lo conseguiremos de todos modos", escribió el magnate en su cuenta de Twitter.

El presidente palestino, Mahmud Abás, calificó la resolución de "fuerte bofetada" a Israel. "Es un mensaje claro de la comunidad internacional de que, independientemente de lo que el Gobierno israelí haga, las colonias en el territorio ocupado son ilegales", dijo el secretario general de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Saeb Erekat.